Daniel Martín
By Daniel Martín on julio 05, 2021

¿Por qué los empleados no confián en la formación de las empresas?

Los datos son claros. Según el último informe que ha realizado Randstad, basado en el estudio Randstad Workmonitor, el 61% de los trabajadores españoles considera que la formación que recibe por parte de sus empresas no les prepara adecuadamente para afrontar los retos del futuro. Es una de las conclusiones de un informe elaborado a partir de los datos recabados entre 13.500 profesionales ocupados de 33 países distintos. 

La percepción negativa sobre la formación de las empresas por parte de los trabajadores constituye en España la mayor de Europa, superando con creces la de países de nuestro entorno. En Francia (58%), Alemania (57%), Italia (55%), Portugal (52%) o en Reino Unido (51%), los datos son en algunos casos unos puntos porcentuales superiores a la media mundial (53%), pero no llegan al nivel de percepción de los trabajadores españoles. 

Las cifras son aún más preocupantes si tenemos en cuenta que la adaptación al nuevo medio donde todos nos tendremos que desarrollar a partir de ahora, será una de las habilidades clave si queremos que nuestro negocio continúe con su actividad. 

 

La pregunta clave: ¿por qué los empleados no confían en la formación de sus empresas? 

 

Las razones son muchas, tal vez tantas como motivaciones, inquietudes o problemáticas individuales existan. Pero, simplificando, podemos señalar algunas que sí pueden formar una constante entre muchos trabajadores. 

Según señaló un informe en relación a la formación y al aprendizaje en centros de trabajo publicado por LinkedIn en 2018, una de las primeras razones por la que los empleados muestran rechazo por las formaciones de su empresa es la dificultad de disponer del tiempo necesario para adquirir las competencias que necesitan. Siguiendo el hilo de esta idea, los empleados tienen la sensación de que mientras se están formando, se les acumula faena por otro lado. 

Por el contrario, si se lleva a cabo fuera del horario laboral, los trabajadores consideran que les roba tiempo a su vida privada, tiempo que debería estar dedicado a asuntos de ocio, personales y familiares. 

Además, los trabajadores pueden tener la sensación, al mismo tiempo, de que los cursos que están realizando son poco provechosos y que la vida útil de los mismos será bastante corta. Especialmente, esto se hace más evidente cuando se trata de formar a los trabajadores en competencias sociales nuevas o más ventajosas para su futuro. Es fundamental que la empresa realice el intento de explicar los beneficios de aprovechar bien los cursos ofertados. Porque si la formación termina viéndose por parte de los usuarios como una carga, el trabajador perderá todo el interés y habremos perdido una ventaja competitiva a través del talento irrecuperable en muchas ocasiones. Tal vez, este sea el punto clave y la razón de que sea fundamental seguir manteniendo la confianza en los planes de formación de las empresas. 

Y es que en un período donde la evolución y la innovación se producen a un ritmo vertiginoso, mantener el talento se convierte en una valor añadido para la compañía. 

 

"(...) Además los planes de formación son un aspecto diferenciador fundamental a la hora de atraer talento por parte de las empresas. Pero en un momento como el actual, en el que el sistema productivo está en clara evolución y nuestros modelos económicos en cambio constante, la formación cobra un rol protagonista".

Oriol Mas, Director General de Randstad Training, Direct y Human Capital Consulting. 

 

Formación en IT, capacidades digitales y sociales

 

 

Los tiempos cambian, y con ellos también el desarrollo de las tecnologías y las habilidades digitales que ello conlleva. Durante esta crisis, hemos visto cómo el sector tecnológico ha sido fundamental para sostener el tejido productivo. Ámbitos tan amplios como la ciberseguridad, metodologías Agile Scrum, ITIL, Management, Programación cuántica, Blockchain, etc. están permitiendo que los negocios puedan seguir adaptándose a la nueva realidad a través del aprendizaje de estas habilidades dentro del esquema cognitivo de los empleados. 

Además, las conexiones en remoto están permitiendo que la formación siga siendo una de las actividades de mayor valor en estos momentos. Aprovechar esta ventaja es una labor tanto de la empresa como de los trabajadores. 

Y por otra parte, las capacidades sociales. Las competencias sociales, tan denostadas por muchos empleados, son en realidad las más relevantes para el futuro, puesto que al no quedar en desuso se pueden extrapolar de un cargo a otro, de una empresa a otra, o aprovecharse para desarrollar competencias multidisciplinares. Aprovechar para avanzar en su carrera, formarse y aumentar así el valor de la empresa (recordemos que la empresa no es más que las personas que la forman) es cuestión de saber poner a las personas y a las habilidades sociales y comunicativas que las forman en el centro. 

Para que todo este desarrollo se haga efectivo, es necesario contar con aquellas tecnologías que de verdad vayan a ayudarnos a conseguir nuestro objetivo corporativo. 

 

Confiar en un software de formación integrado 

 

 

Las plataformas LMS proporcionan una herramienta muy atractiva para la captación del talento corporativo. Por ello, tal vez lo primero es contemplar conceptos TI para optimizar tiempos de proceso y ajustarse a la demanda de usuarios para proporcionar una auténtica experiencia e-learning.

La posibilidad de atender a demandas de formación concretas, y aplicar experiencias formativas de maneras muy diferentes (como pueden ser el microaprendizaje, el aprendizaje a través de realidad aumentada, y otros contenidos interactivos) haciéndolos accesibles desde cualquier dispositivo electrónico, convierten al software de formación integrado en un gran aliado de las compañías. 

 

Además, gracias a las posibilidades de uso del sistema, puedes parametrizar los contenidos dependiendo del sector y del departamento al que pertenezcan tus empleados. No será, evidentemente, el mismo conocimiento el que necesiten aprender los departamentos de tecnología de una empresa de ingeniería aplicada, el personal administrativo de un hospital, o el personal de limpieza de ese mismo centro. 

Las posibilidades en materia de formación que a los empleados de tu empresa les ofrece un software de formación integrado, pasan por el aprendizaje de un conocimiento que pueden aplicar en su día a día.  Un aprendizaje práctico que constituye una de las formas de aprender más eficaces al permitir aplicar la metodología educativa del Saber Hacer (Know how). 

Los empleados, al mismo tiempo que el acceso fácil a los cursos se convierte en un requisito imprescindible para el aprendizaje, necesitan para su formación que los responsables y mandos intermedios puedan estar al tanto de una manera ágil de la forma en la que se está desarrollando el curso de cada uno de ellos. Información, además, que puede estar a disposición de la empresa, e indispensable para que otros procesos de gestión de recursos humanos funcionen de manera más efectiva, como la selección, ausencias, los partes de trabajo, o el desempeño y las evaluaciones, a la vez que puede servir igualmente para la gestión de cambios internos dentro de la organización (cambios de puestos, diversificación, desarrollo de habilidades concretas, etc)

Muchas empresas alardean de su cultura del aprendizaje, de los valores que pregonan y de las oportunidades en materia de formación que brindan a los empleados de adquirir o potenciar ciertas habilidades. Pero afirmar que uno está comprometido con la formación de sus trabajadores no es suficiente: es necesario establecer los valores empresariales y diseñar consecuentemente una estrategia que permita compartir conocimientos entre todos los departamentos de la organización. Para ello, un software de formación integrado es un apoyo fundamental para implementar los planes formativos que la empresa tiene en mente. 

 

>>¿Quieres conocer más sobre OpenHR Formación?<<